Fases de desarrollo de las vacunas

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Fuente: https://www.ispch.cl/anamed/farmacovigilancia/vacunas/fases-de-desarrollo-de-las-vacunas/

Las vacunas tienen el objetivo de prevenir el desarrollo de una infección. Se basan en introducir en el organismo un virus o bacteria modificado para que el sistema inmunitario se defienda de él y genere ‘memoria’ inmunitaria. De esta manera, cuando aparezca la verdadera infección, el organismo podrá combatirla de manera efectiva sin que llegue a desarrollarse la enfermedad.
El proceso de elaboración de una vacuna es un proceso complejo con varias etapas controladas de inicio a fin que a menudo tarda varios años, e involucra la participación combinada de organizaciones públicas y privadas. Esto se debe a que las vacunas son productos biológicos y se obtienen a partir de organismos vivos, como virus y bacterias, y deben cumplir los máximos niveles de calidad y seguridad.

Etapas en el desarrollo de las vacunas

El desarrollo de las vacunas sigue un conjunto estandarizado de pasos. Las primeras etapas son de naturaleza exploratoria. La regulación y la supervisión están siempre presentes a medida que la vacuna candidata avanza en el proceso.
La seguridad se evalúa desde los primeros ensayos in vitro en el laboratorio, luego durante las pruebas in vivo realizadas en animales, se realizan como por ejemplo pruebas para detectar niveles de toxicidad, potenciales mecanismos inmunológicos involucrados, inmunogenicidad entre otras; además se debe caracterizar muy bien el producto en investigación.

ETAPA DE EXPLORACIÓN      

Esta etapa involucra la investigación básica de laboratorio, y a menudo dura de 2 a 4 años. Los científicos buscan conocer en profundidad la biología y comportamiento del microorganismo que causa la infección y la enfermedad; e identificar los antígenos o partes de ese microorganismo capaces de inducir una respuesta inmunitaria en el organismo cuando se produce la infección. Durante las investigaciones, logran identificar antígenos naturales o sintéticos que podrían ayudar a prevenir o tratar una enfermedad. Estos antígenos podrían incluir partículas parecidas a virus, virus o bacterias debilitados, toxinas bacterianas debilitadas u otras sustancias derivadas de patógenos.

Etapa preclínica

Se practican pruebas en modelos animales (como, por ejemplo: ratones, cobayos y monos). Aquí se realizan pruebas para detectar los niveles de toxicidad del producto, seguridad e inmunogenicidad.
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Los estudios preclínicos usan sistemas de cultivos de tejidos o cultivos de células y pruebas en animales, para evaluar la seguridad de la vacuna candidata y su capacidad inmunogénica, o capacidad de provocar una respuesta inmunológica. Estos estudios les dan una idea a los investigadores sobre las respuestas celulares que podrían esperar en los humanos. También podrían sugerir una dosis inicial segura para la siguiente fase de la investigación, así como un método seguro para aplicar la vacuna. Los investigadores pueden adaptar la vacuna candidata durante la fase preclínica para tratar de hacerla más eficaz. Muchas vacunas candidatas no van más allá de esta etapa, ya que no pueden generar la respuesta inmunológica deseada. A menudo, las etapas preclínicas duran de 1 a 2 años, y por lo general involucran a investigadores de la industria privada.

Etapa de desarrollo clínico

Una vez que se comprueba que la vacuna cuenta con la evidencia que respalda su seguridad, se elabora un diseño de estudio clínico a desarrollarse con humanos, que debe ser aprobado previamente por un comité de ética y por la autoridad reguladora correspondiente.

Ensayos clínicos de Fase I
Este primer intento por evaluar la vacuna candidata en humanos involucra a un pequeño grupo de adultos, de entre 20 a 80 personas por lo general. Las metas de las pruebas de fase I son evaluar la seguridad y tolerabilidad a nivel local y sistémico. Tiene como objetivo obtener información preliminar sobre seguridad, el alcance de la respuesta inmunológica y eficacia de la vacuna estudiada. Un ensayo prometedor de fase I avanzará a la siguiente etapa.

Ensayos clínicos de Fase II
Se administra la vacuna en un grupo mayor de personas (100 – 500 participantes). Las metas de las pruebas de fase II son estudiar la vacuna candidata en cuanto a la inmunogenicidad de los compuestos activos relevantes y el perfil de seguridad de la vacuna, se determinan las dosis, el intervalo entre dosis y la vía de administración.

Ensayos clínicos de Fase III
El tamaño poblacional utilizado es mucho mayor que un estudio fase II (desde 3.000 participantes), y los participantes poseen características más similares a la población final a la que va dirigida la vacuna. El objetivo de la fase III es evaluar la eficacia y seguridad de la o las formulaciones de los componentes inmunológicamente activos y se pueden identificar eventos adversos comunes. Al evaluar la seguridad de la vacuna en un grupo grande de personas, algunos efectos secundarios poco usuales podrían evidenciarse, y que no fueron observados en los grupos más pequeños de personas que formaron parte de las fases anteriores. Al evaluar eficacia de la vacuna, se pueden incluir los siguientes factores: 1) ¿La vacuna candidata previene la enfermedad? 2) ¿Previene la infección por el patógeno? 3) ¿Conduce a la producción de anticuerpos u otros tipos de respuestas inmunológicas relacionadas con el patógeno?

Etapa de revisión reglamentaria y aprobación

Después de que un ensayo (o más de uno) de fase III resulta exitoso, se presenta la solicitud de registro sanitario a la autoridad regulatoria nacional, que en Chile es el Instituto de Salud Pública, donde evalúan la información proveniente de los estudios clínicos, con un comité de expertos, quienes en base a la evidencia presentada decidirán si la vacuna cumple los requisitos de eficacia, seguridad y calidad para ser utilizada por la población. Todas las vacunas antes de ser utilizadas deben contar con autorización de una autoridad reguladora, en el caso de países que no cuentan con autoridad reguladora, se utiliza la evaluación realizada por OMS o el fondo rotatorio de la OPS (mecanismo de cooperación solidaria mediante el cual se compran las vacunas, así existe una tercera parte que es garante de la calidad, seguridad y eficacia del producto.

Etapa post aprobación

Además de contar con un registro sanitario, las vacunas antes de ser utilizadas por la población deben cumplir con otro requisito, llamado “Control de serie” o “liberación de lote” el cual consiste en la verificación de especificaciones y análisis (documentales / laboratorio) de cada lote de las vacunas que se utilizaran en el país. Estos análisis controlan que el producto cumpla con los requisitos de calidad y seguridad aprobados al momento de otorgar el registro sanitario y que deben mantenerse antes de su utilización en la población.
Además, existen programas de Inspección a los Titulares de Registro Sanitarios (laboratorios farmacéuticos que comercializan la vacuna), los cuales garantizan que se cumpla con la normativa y procedimientos que resguardan la eficacia, seguridad y calidad de las vacunas.
Posterior al registro sanitario, y cuando la vacuna ya está siendo utilizada por la población, se realizarán inspecciones a las plantas y bodegas donde se reacondicionan y almacenan las vacunas para verificar el cumplimiento de las normas. También se monitorizan permanente los Eventos Supuestamente Atribuibles a la Vacunación e Inmunización (ESAVI) a través de la farmacovigilancia de vacunas. Estos eventos pueden presentarse en la fase post comercialización, por lo tanto, la farmacovigilancia hace especial énfasis en detectar eventos raros, inesperados y todos aquellos que provoquen un cambio en la relación beneficio/riesgo de la vacuna. En Chile, este sistema se basa en la notificación espontánea de ESAVI realizada por los profesionales de la salud a través de los formularios que el Instituto de Salud Pública dispone para ello. Si quieres saber más sobre la seguridad de vacunas.

¿Por qué es necesaria la farmacovigilancia de vacunas?
Al autorizarse una nueva vacuna para ser utilizada en la población se conoce el beneficio que aporta la vacuna y su actual perfil de riesgos (las reacciones adversas que produce), pero este perfil de riesgos, al igual que en el caso de cualquier medicamento, puede cambiar, esto quiere decir que puede variar en el tiempo, principalmente porque existen ciertas limitaciones en los estudios clínicos como por ejemplo el pequeño número de pacientes con respecto a la población final expuesta, homogeneidad (todos los participantes cumplen ciertas características iguales) de la población del estudio versus una población real más heterogénea (la población es totalmente variada y diversa), entre otros factores, que no permitirán conocer si se presentan reacciones adversas de más baja ocurrencia, más conocidas como raras, donde se presenta 1 caso de cada 1.000 expuestos a la vacuna; o de muy baja frecuencia o muy raros, vale decir 1 caso por cada 10.000 expuestos a la vacuna, siendo necesario continuar monitorizando la seguridad de las vacunas administradas en la población a través de la notificación de los ESAVI.

Desarrollo acelerado de las vacunas COVID-19

Actualmente el desarrollo de vacunas consiste en un proceso largo, complejo y lineal que tarda varios años. Pero específicamente para el caso de las vacunas COVID-19, se están utilizando tecnologías que habían sido desarrolladas para otros coronavirus (como SARS y MERS), que ya habían sido probadas en animales de experimentación. Por lo tanto, para hacer frente a la pandemia, además de utilizar la información obtenida para el desarrollo de otras vacunas, se han modificado los plazos normales y se han adaptado a un “desarrollo acelerado”, en donde se acortan los tiempos de investigación y del proceso regulatorio, además de acelerar e incluso superponer las etapas experimentales de ensayos clínicos y preclínicos. Esta adaptación no significa que la seguridad o la calidad del producto final se vean reducidas. Se vigila constantemente la seguridad, calidad y eficacia de las vacunas estudiadas, al igual que en un proceso de desarrollo en tiempos normales o tradicionales. Adicionalmente, los estudios post comercialización, serán igual o más rigurosos que con las vacunas que se encuentran actualmente en el mercado.
Para mayor información sobre estudios clínicos, puede consultar el siguiente enlace: https://www.ispch.cl/anamed_/estudios_clinicos (INFORMACIÓN YA RETIRADA DEL SITIO WEB DEL ISP)